jueves, 6 de mayo de 2010

Nota en el diario HOY!

Espectáculos | Teatro

La espontaneidad sale a la pista


En nuestra ciudad puede verse un espectáculo de competencias de improvisación, realizado por un grupo de actores-jugadores. Un entretenimiento de agilidad y dinamismo, que desata carcajadas y sorpresas en todos los presentes. 

 

Dos equipos enfrentados en el terreno de juego; un árbitro, con sus tarjetas rojas y amarillas, su silbato, y dos ayudantes; un entretiempo; un desempate, si es necesario; y un ganador. Del otro lado, el público -lejos de comerse las uñas y sufrir-, ríe a lo loco.
¿Qué puede ser tan gracioso de la competencia entre dos grupos de jugadores, que defienden a morir el color de su camiseta? Bueno, es que, por mucho que se parezca a un duelo deportivo, en realidad, no lo es. En  lugar de una cancha, los rivales ocupan un escenario y, aunque sí están jugando, en verdad, son actores. Bienvenidos al mundo del “Match” (“partido” en inglés) de Improvisación.
Aunque el nombre del espectáculo suene conocido para muchos, lo cierto es que no todos comprenden de qué se trata el Match de Improvisación. Básicamente, consiste en una representación teatral donde dos equipos de cinco jugadores cada uno compite por hacer la mejor improvisación, es decir, actuar ante cualquier situación, sin ensayo previo. Por medio de un bolillero, el árbitro saca un papel en el que se lee un título, un tiempo de duración, cantidad de participantes y estilo. “La verdad de la Milanesa; 4 minutos; sólo capitanes; telenovela mexicana”, puede ser una consigna y, con sólo 20 segundos de preparación, cada equipo tiene que salir a enfrentarse. El que más guste al público -por medio de una votación- será el ganador.
El Match de Improvisación, como formato, nació en Canadá (ver “Del hockey al fútbol”) y luego se expandió por el mundo. A la Argentina llegó en 1983, y a nuestra ciudad en el año 2000, de la mano del multifacético artista Roberto “El Cabe” Mallo. Hoy, sólo unos pocos grupos tienen licencia oficial para realizar el espectáculo en territorio nacional, y uno de ellos está aquí. Es el Match de Improvisación La Plata, formado por un elenco de 17 personas, que se presenta todos los viernes a la medianoche en El Teatro, calle 43 entre 7 y 8.
Uno de sus directores, y que también actúa -o juega, prefiere decir- es Juan Pablo Pereira quien, en una charla con Hoy, contó que, junto con su compañero de dirección, Federico Marotta, arrancaron en abril de 2008, con la decisión de hacer una gran producción. Tanto trabajaron en eso, que la audiencia de sus funciones semanales está siempre colmada, y también han conseguido muchos auspiciantes.
Uno de los rasgos de este grupo es que los participantes van rotando los roles, y todos son, alguna vez, presentador, árbitro, y jugador. La mayoría de ellos, cuenta Juan Pablo, tienen experiencia en el campo de la improvisación, algo que él define como “lo más puro que tiene el teatro”, ya que no implica tener que estudiar previamente la letra.
Aunque asegura que no existe el improvisador perfecto, los integrantes del Match La Plata han creado algo así como “un Maradona de la impro”, que reúne todo lo que tiene que tener quien se dedique a esto. “Mantener una comunicación constante con el resto, querer correr el riesgo de salir a una situación sin saber qué va a suceder; tener escucha; ser creativo; saber imaginar personajes y estereotipos; tener conducta; noción del tiempo”, enumera Juan Pablo, seguro de que deja cosas afuera.
“Como en todo equipo, es necesario conocerse entre los miembros porque, cuanto mejor se sabe cómo juega el otro, mejor se entienden los jugadores”, señala, en clara alusión a las similitudes que hay con el deporte. Y, como éste, también tienen un entrenamiento semanal, en el que revisan las faltas que se hayan cometido en la última función, se hacen ejercicios o juegos de palabras para adquirir rapidez de respuesta, se piensan nuevos entornos, que no sean los tradicionales, y se hace una representación como la de los viernes, con la ventaja de poder corregir los errores en el momento. En las funciones frente al público, los equipos tienen 20 segundos, antes de cada actuación, para decidir tres cosas: personaje, objetivo y lugar (por ejemplo: bebé en gestación tratando de salir del útero). Con esos lineamientos, salen a escena.
No obstante, Juan Pablo asegura que el grupo “lo está haciendo cada vez mejor” y eso está a la vista del público, prueba de lo cual es que, según comenta, siempre hay alguien que osa decirles: “Eso estuvo ensayado”. “Más allá de que no es cierto, no deja de ser un halago que lo que improvisamos parezca preparado”, reflexiona.
El espectáculo causa mucha gracia, porque los actores saben hacer “humor de situación”, cuenta Juan Pablo, marcando la diferencia con “hacer chistes”. Si algo no se entendió o salió mal, “no pasa nada, después se trabajará sobre eso; es como si un jugador de fútbol se detuviera en el mal pase que hizo, y no puede hacer eso, porque el partido sigue y sus compañeros lo necesitan”.
Al ir a la cancha, la gente conoce el formato y las reglas del partido que va a ver, pero no tiene idea de cómo va a terminar, ni qué cosas van a pasar en el transcurso. En el Match de Impro, pasa lo mismo: la novedad es inagotable. Y el aburrimiento y la monotonía no tienen un lugar en este show, ni para los que juegan desde adentro, ni para los que lo hacen desde afuera.
Mercedes Benialgo
Más impro
El elenco del Match se divide, a su vez, en varios subgrupos que hacen otros espectáculos de improvisación, en los que hay, no sólo gran participación del público, sino también mucho diálogo entre la audiencia y los actores. Los grupos que actúan en la ciudad son "Imprevisto", "Improviciada", "Unagui", "La Jesi" y "X vs X".
El Match de Impro, por su parte, acostumbra hacer funciones a beneficio de distintas organizaciones solidarias y de bien público.
Del hockey al fútbol
El formato de Match de Improvisación fue creado por un grupo de actores canadienses en 1977, preocupados por la falta de espectadores en las salas teatrales, debido a un gran auge del hockey sobre hielo. Es así como deciden deciden llevar el teatro a una “pista” en forma de competencia, combinando ambas disciplinas. En 1983 el actor y entrenador francés Claude Bazin llega a la Argentina a dar unos talleres de match de improvisación en el teatro municipal General San Martín, como consecuencia de lo cual se creó la L.I.R.A. (Liga de Improvisación de la República Argentina). Aquí, fue el fútbol, deporte popular por excelencia, el que dejó su impronta en el show.

fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-82952-titulo-La_espontaneidad_sale_a_la_pista

 




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